Gabriel nació prematuro. Era tan pequeñito que parecía que se rompería con solo tocarle. Sus papás pasaron bastante tiempo en el hospital hasta que el pequeño Gabriel pudo ir a la que sería su casa. Por esto quisimos hacer un reportaje especial en su casa, ese lugar tan especial donde por fin se respiraba la palabra Hogar.

Y es que allí estaban papá y mamá todo el día, y el pequeño peludete de 4 patas que se iba a encargar de vigilar día y noche que nadie molestaba a su nuevo «hermanito».

Cuánta felicidad pudimos ver en una sola habitación. Cuánta alegría el saber que ya había pasado lo peor y que por fin tendrían a su pequeño en casa. Y es que Gabriel es un pequeño gran luchador que nos enseñó a todos el gran valor que tienen las cosas del día a día.

Cualquier momento es bueno para tener un recuerdo como éste. Una sesión natural donde capturamos vuestro día a día, sin máscaras, sin adornos… simplemente vosotros.